En lo que va del año 2024, se han registrado 2.133 casos de violencia intrafamiliar en Caldas, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (SIVIGILA) del Instituto Nacional de Salud. Los datos revelan que la violencia intrafamiliar se presenta en diversas formas, desde la psicológica y física, hasta la sexual y el abandono.
Jorge Rubio Jiménez, subdirector de Salud Pública de la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC), indicó que, de los 2.133 casos registrados, 1.142 corresponden a violencia física, lo que representa más del 53% del total. En términos de violencia sexual, se han reportado 616 casos, seguidos por 193 de negligencia y abandono y 170 de violencia psicológica.
Mujeres las principales víctimas
Las cifras muestran que todos los grupos etarios están afectados por esta problemática, pero las mujeres son las más vulnerables, representando el 77% del total de casos notificados. Las mujeres adultas, entre los 29 y 59 años, son las más afectadas. Los hombres, por su parte, ocupan el 23% de los casos.
Rubio Jiménez destacó que, desde la Subdirección de Salud Pública, se están implementando dos líneas de acción principales para hacer frente a esta problemática en el departamento. La primera se centra en la gestión de la salud pública, que incluye la asistencia técnica a las secretarías y direcciones locales de salud, así como a las Empresas Sociales del Estado (ESE) y las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
La segunda línea de acción corresponde al Plan de Intervenciones Colectivas, el cual busca llevar a cabo intervenciones a nivel comunitario, laboral y familiar. En este contexto, se ha implementado la estrategia «Familias Saludables», que tiene como objetivo educar a las familias en convivencia, salud y bienestar, y también identificar factores de riesgo de violencia intrafamiliar y problemas de salud mental.
«Familias Saludables», clave para la prevención
Esta estrategia se despliega en los 26 municipios del departamento de Caldas y tiene un enfoque preventivo. «Una buena relación entre padres e hijos, y entre cuidadores y menores, se convierte en un factor protector contra problemáticas como el consumo de sustancias psicoactivas, el licor y problemas de salud mental, incluyendo el riesgo de suicidio», subrayó Rubio Jiménez.
El funcionario también enfatizó que, según la Encuesta Nacional de Escolares, Caldas ocupa los primeros lugares en consumo de sustancias psicoactivas entre la población escolar. Por esta razón, es fundamental fortalecer las relaciones familiares como un mecanismo de protección para los menores y adolescentes, evitando así que caigan en situaciones complejas que afecten su bienestar.
Es así como a través de diversas estrategias, la DTSC reafirma su compromiso en beneficio de la convivencia social, trabajando de la mano con todos los actores del sistema de salud para crear entornos más seguros y saludables para los caldenses.
Jorge Rubio Jiménez, subdirector de Salud Pública de la DTSC