El domingo, 3 de septiembre, es un día que quedará grabado en la memoria de decenas de personas del corregimiento de Arma, en Aguadas. Esta es una fecha que simboliza un nuevo comienzo lleno de esperanza, pues 17 familias dieron un paso significativo hacia una vida digna y segura al recibir su vivienda nueva gracias al trabajo conjunto desarrollado en la Bloquera Comunitaria.
Este ambicioso proyecto, que contó con una inversión total de 1.096 millones de pesos, trasciende la construcción de ladrillos y cemento y se convierte en la promesa de un futuro mejor para estas familias.
Viviana Ramírez y su esposo expresaron con alegría su gratitud por ser parte de este proyecto: “Es una inmensa felicidad estar aquí y ver que mi sueño de tener casa propia se hace realidad; poder darle un hogar a mi hijo y que nadie nos vaya a sacar. Somos muy afortunados de haber sido seleccionados en este proyecto tan maravilloso. Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento al Alcalde, al Gobernador y a todos aquellos que hicieron posible este sueño».
Dentro de este grupo de 17 familias, hay diversas historias de vida: 16 niños que miran hacia un futuro lleno de oportunidades, cuatro adultos mayores que han recorrido toda una vida y que ahora pueden disfrutar de la tranquilidad de un nuevo hogar, tres mujeres valientes que lideran sus familias con determinación y tres familias desplazadas que finalmente encuentran estabilidad y seguridad.
El secretario de Vivienda y Territorio de Caldas, Javier Eduardo Torres Martínez, destacó en el último comité de obra en Arma que estas 17 casas están listas para ser habitadas y resaltó la alegría de las familias beneficiadas.
«La ‘Revolución de la Vivienda’ está cumpliendo los sueños de los niños. Vemos a familias extremadamente felices porque finalmente tienen una vivienda digna con servicios públicos como agua y energía», indicó.
Por su parte, María Helena Hernández, también expresó su gratitud a la Alcaldía y a la Gobernación por la oportunidad de tener su propia casa. Con alegría describió las comodidades de su nuevo hogar y enfatizó que, a pesar de los desafíos en la construcción, la comunidad superó todos los obstáculos.
La Bloquera Comunitaria no solo marca un hito en la historia de Arma y Aguadas, sino que también simboliza el compromiso continuo de la comunidad y sus líderes. Esta iniciativa, impulsada por el espíritu de colaboración y solidaridad, es un testimonio de que, en unidad, se pueden lograr cambios significativos en la vida de las personas y construir un futuro más prometedor para todos. Así, el programa de la “Revolución de la Vivienda” se consolida como una realidad que cada ocho días lleva felicidad a las familias de Caldas.