En El Vergel, la placa huella abrió camino a la esperanza y transformó la vida de más de 200 familias campesinas

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La jornada en la vereda El Vergel, en Marmato, comenzó con música, bailes y cantos de los niños de la comunidad, quienes con alegría recibieron a la comitiva de la Gobernación de Caldas y vecinos para celebrar un día histórico: la entrega de 76 metros de placa huella que cambiaron la vida de más de 200 familias campesinas. Luego, todos juntos subieron en chiva hasta el punto de la obra, en una fiesta comunitaria que mostró la unión del campo caldense.

El primero en contar su historia es Julián Andrés Aguirre Osorio, conductor de la tradicional chiva que cada día transporta a más de 40 personas y 50 bultos de café en época de cosecha. “El punto era muy crítico, demasiado crítico, en invierno quedábamos atascados y perdía uno todo el día ahí. Hoy ya podemos cumplir el recorrido sin miedo y sin retrasos. Muy bueno el trabajo que hicieron”, indicó.

La tienda de Doña Cecilia, la única del caserío, es testigo de esos cambios. Ubicada junto a la única cancha de microfútbol que sirve de volteadero para las chivas y demás vehículos, recuerda cómo durante la construcción de la obra las comitivas de vecinos bajaban a diario a contar los avances de la placa huella. “La gente bajaba todos los días muy feliz a contar los avances. Cada tramo nuevo era motivo de orgullo, porque sabíamos que nos estaban cumpliendo”, dijo con emoción.

Los habitantes rememoraron cómo en época de lluvias el barro hacía intransitables los caminos. Vehículos de carga no podían entrar, los jeeps aplazaban sus turnos y hasta los mercados para las escuelas tenían dificultades para llegar; sin embargo, gracias a la unión entre la Gobernación de Caldas, el Comité de Cafeteros del departamento y la comunidad, esa historia empezó a cambiar.

La obra se ejecutó entre mayo y junio de este año bajo la modalidad de trabajo comunitario, con una inversión de $87,9 millones, de los cuales $73,3 millones fueron aportados por la Gobernación y $14,6 millones por el Comité de Cafeteros. La comunidad puso la mano de obra y la voluntad para sacar adelante el proyecto.

“Fue la primera vez que trabajamos bajo esta modalidad y la comunicación con las instituciones fue excelente. Ahora podemos decir que lo logramos juntos”, relató Eduar Leandro García, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Vergel.

Hoy, los campesinos pueden transportar café, panela y plátano sin tropiezos, los niños llegan a sus escuelas con mayor facilidad y las familias acceden con más seguridad a los servicios de salud. Más de 200 familias campesinas se benefician directamente y la comunidad ya sueña con nuevas placas huella.

En El Vergel, las voces de Julián y Doña Cecilia resumieron el sentir colectivo: la placa huella no es solo concreto, es la posibilidad de vivir mejor y de soñar con un futuro más digno en la ruralidad caldense.


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Henry Gutiérrez Ángel, gobernador de Caldas


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Carlos Alberto Cortés Chavarriaga, alcalde de Marmato


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Dorien de Jesús Agudelo, concejal de Marmato


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Cecilia Agudelo, habitante y tendera de la vereda


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Julián Andrés Aguirre Osorio, conductor


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Eduar Leandro García, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda


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Mateo Osorio Moreno concejal de Marmato


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Hernando Chica Aguirre, ingeniero contratista de la Secretaría de Infraestructura de Caldas

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