

En vísperas de cumplirsen los 25 años de la toma a Arboleda, uno de los hechos más violentos que se han presentado en el departamento, la Gobernación de Caldas -de la mano de entidades aliadas- llegó a este corregimiento de Pensilvania para honrar la memoria de las víctimas y crear – por primera vez en el sitio- espacios de conversación y diálogo donde sobrevivientes y residentes puedan hablar libremente del hecho y así avanzar en su proceso de memoria y reparación.
El intendente jefe en retiro de la Policía Nacional, Hugo Fernando Grajales, narró la forma en la cual logró sobrevivir a la toma de las FARC los días 29 y 30 de julio del año 2000 en el corregimiento Arboleda, en Pensilvania.
Explicó que el día del ataque se encontraba con su esposa en la casa, por lo que se quitó el uniforme y emprendió la huida junto a un compañero a través de la zona montañosa, hasta llegar al casco urbano de Pensilvania varias horas después.
«Tengo muchos sentimientos encontrados. Siento como frustración y tristeza por ver a los familiares de mis compañeros que fueron vilmente asesinados, pues no han podido sanar ese dolor que tienen y por eso decidieron venir hasta Arboleda», manifestó.
Contó que su esposa y su hijo mayor, quienes se encontraban con él en la población durante la toma, no se sintieron con fuerzas para regresar al lugar, por lo que en estos actos de conmemoración lo acompaña su otra hija.
Otro de los uniformados que logró salir ileso del ataque fue el agente en retiro Jhon Jairo Vargas, quien recordó que el sábado 29 de julio de 2000 el hostigamiento empezó a las 9:00 de la mañana, pero que él se encontraba descansando en su casa.
Dijo que decidió apoyar a sus compañeros desde su residencia, logrando repeler el ataque hasta el día siguiente, cuando finalmente pudieron escapar. Con lágrimas en los ojos, el agente (r) Vargas dice que siente tristeza y nostalgia al recordar a los compañeros que fueron asesinados por los insurgentes.
«Son cosas que pasan en la vida, pero uno jamás cree que le sucederán. Gracias a Dios logré sobrevivir, pero perdí a muchos compañeros que –además- eran grandes amigos», puntualizó.
Acerca del regreso a Arboleda, reconoció que él nunca tuvo ganas de hacerlo, pero que la invitación por parte de las asociaciones de veteranos le generó ilusión y por eso decidió volver; aunque su familia no estuvo de acuerdo.
El Gobierno de Caldas adelanta estas actividades como parte de la conmemoración de los 25 años de la toma de Arboleda. Todo como un acto de reparación colectiva con las familias de las víctimas y los sobrevivientes. Estas acciones se desarrollan con el apoyo de otras entidades como la Alcaldía de Pensilvania, la Unidad para las Víctimas, los veteranos del departamento y la Universidad Católica de Manizales, a través de su Maestría en Memoria y Escenarios Transicionales.
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Intendente jefe (R) Hugo Fernando Grajales, Policía sobreviviente de la toma al corregimiento de Arboleda (Pensilvania)
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Agente (R) Jhon Jairo Vargas, Policía sobreviviente de la toma al corregimiento de Arboleda (Pensilvania)