Doña Gloria Inés Ureña es una madre buscadora, su hijo es una víctima de desaparición forzada. En febrero de 2001, cuando tenía 15 años, fue golpeado y subido a un carro. Desde entonces no sabe nada de él. Ella, al igual que otras 2.343 familias caldenses, sigue buscándolo con la esperanza de encontrarlo.
“Para mí este pacto significa el apoyo de todas las organizaciones a nuestra búsqueda. Lo necesitábamos. Esto es maravilloso para nosotros, seguir con el impulso y no desfallecer”, puntualizó Ureña.
Bajo este panorama, el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD), la Unidad de Derechos Humanos de la Gobernación de Caldas, organizaciones, instituciones y otros actores se reunieron durante dos días para manifestar su compromiso y voluntad de aportar y participar en los procesos de búsqueda de las personas dadas por desaparecidas en Caldas.
Según la Comisión de la Verdad, en el departamento hay 2,344 personas desaparecidas. Entre los municipios con más víctimas de desapariciones forzadas están La Dorada y Samaná.
“La firma de este pacto es muy importante para las familias buscadoras porque se logrará fortalecer la alianza entre las familias, organizaciones y entidades. Esto permitirá, desde un principio humanitario y de solidaridad, tejer alianzas en los territorios para la dignificación de las víctimas, la reparación de las familias y la sociedad, y el abordaje de las desapariciones”, manifestó Diana Ortiz, coordinadora de la regional de Occidente de la UBPD.
Lina María Salazar, jefa de la Unidad de Derechos Humanos de Caldas, indicó que la misión de la unidad es acompañar la construcción de paz, el respeto y fomento de los derechos humanos. “Frente a este pacto, vamos a unirnos a través de un apoyo logístico para que se puedan desarrollar talleres de formación para enlaces municipales de víctimas, quienes –además- llevarán información importante para las familias buscadoras”, añadió.
Leo Ricardo García Sierra, secretario técnico del MOVICE capítulo Caldas, expresó que se dieron cuenta de que cada organización e institución tenía agendas aparte para la búsqueda de personas. Con este pacto, se pretende reorganizar la búsqueda, unificar esfuerzos y garantizar a las familias buscadoras que sus necesidades serán atendidas.
Compromisos:
1. Dignificar y reconocer la labor de buscadores y buscadoras, quienes históricamente han movilizado acciones de verdad, justicia y reparación en los territorios. Este reconocimiento implica la protección de su labor y el acompañamiento de la sociedad en la búsqueda.
2. Visibilizar la desaparición en el departamento y exigir conjuntamente que nunca más sea utilizada como una práctica para atemorizar, reprimir o violentar a nuestras comunidades.
3. Vincular a nuevos actores sociales, comunitarios, institucionales o familias de nuestros territorios, quienes podrán participar y aportar a la búsqueda.
4. Construir alianzas y tejer esfuerzos conjuntos para la implementación de estrategias territoriales que contribuyan a la búsqueda de los desaparecidos.
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Diana Ortiz, coordinadora de la regional de Occidente de la UBPD.
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Gloria Inés Ureña, madre buscadora.
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Leo Ricardo García Sierra, secretario técnico del MOVICE en Caldas.
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Lina María Salazar, jefa de la Unidad de Derechos Humanos de Caldas.