Impulsar a las mujeres cafeteras del departamento y realizar restauración participativa de los acueductos rurales por medio de la siembra de árboles nativos, son los principales objetivos de “Mujeres Cafeteras sembrando sostenibilidad”, proyecto liderado por el Comité de Cafeteros de Caldas y al que la administración departamental le apuesta a través de su Secretaría de Medio Ambiente, destinando 200 millones de pesos para su ejecución en esta vigencia.
«Este programa no solo tiene un impacto económico, ya que las participantes reciben un incentivo por las actividades de siembra, sino también un impacto ambiental significativo. Las mujeres, a través de diversas actividades comunitarias y sociales, desempeñan un papel crucial en la zona rural al promover la sostenibilidad ambiental mediante la siembra, restauración y protección de las fuentes hídricas que abastecen a sus comunidades», explicó Paola Andrea Loaiza Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Caldas.
El programa cuenta con la participación de 425 mujeres de 21 municipios de Caldas, quienes realizan la siembra de árboles y reciben un pago por su labor. Esto contribuye a la economía familiar o a la independencia económica de ellas, como un esfuerzo para erradicar la violencia de género. En las seis etapas anteriores, se sembraron cerca de 500 mil árboles y se establecieron 52 viveros comunitarios.
«Este es un proyecto estratégico para el Comité de Cafeteros de Caldas, ya que promueve la equidad de género, alineándose con los objetivos sociales de la Federación Nacional de Cafeteros. La participación de la Gobernación de Caldas, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, es crucial para continuar trabajando con las mujeres en la conservación del medio ambiente a través de la siembra de árboles. Además, este año vamos a incursionar en el conocimiento de saberes ancestrales sobre las plantas y en la implementación de estufas ecoeficientes», afirmó Sebastián Echeverry Valencia, coordinador de proyectos del Comité de Cafeteros de Caldas.
Además, con la creación de los Consejos Participativos se han impulsado otras ideas de negocio alrededor del café. En Neira, las 22 integrantes de este organismo aportan el grano que recogen en sus fincas y aseguran que tenga la humedad adecuada y esté libre de imperfecciones. Luego, combinan estos granos, que provienen de altitudes entre los 1.550 y 1.900 metros sobre el nivel del mar, en un empaque biodegradable hecho de caña de azúcar.
“Estar en el Consejo Participativo nos ha traído muchas bondades en el ámbito social, económico y ambiental. Ya hemos reforestado cerca de 67 mil especies nativas en Neira, en las diferentes microcuencas. En la parte económica hemos sacado nuestra propia marca de café y en la parte social es el trabajo con cada mujer, con el apoyo, visibilidad y la constancia que cada una de nosotras tenemos”, manifestó Paola Campuzano Londoño, presidenta del Consejo Participativo de Mujeres Cafeteras de Neira.
El plan a largo plazo es incluir otras líneas como el aprovechamiento de la pulpa de café, teniendo en cuenta el impacto ambiental de este residuo orgánico, otro de los temas que se trató durante el encuentro de presidentas y vicepresidentas de los Consejos Participativos, realizado esta semana en el Recinto del Pensamiento.
Paola Andrea Loaiza Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Caldas
Paola Campuzano Londoño, presidenta del Consejo Participativo de Mujeres Cafeteras de Neira
Sebastián Echeverry Valencia, coordinador de proyectos del Comité de Cafeteros de Caldas